Lotería Sol

DESDE 1896

Para hablar de esta histórica administración de la Puerta del Sol madrileña tendríamos que remontarnos a la segunda mitad del siglo diecinueve, después de que terminara en 1865 la amplia reforma que sufrieron la mayoría de las construcciones de la plaza. La primera referencia a los propietarios originales sitúa en 1876 a Dionisio y Juan Calderón como loteros titulares, y el local, conocido como “Lotería de Calderón”, funcionaba al mismo tiempo como almacén de papel y venta de objetos de escritorio. Veinte años después, en 1896, toma el relevo a los anteriores Ezequiel Careaga, que consta como propietario hasta 1909. Al año siguiente, la administración pasó a manos de Enrique Foronda, que cede las riendas del negocio en 1914 a Cándida Uría, que ya se anunciaba al año siguiente en las gacetas de la época asegurando que su lotería “Es la que más premios da”. Y no se podía negar que el negocio estaba cargado de suerte: en 1936, durante la Guerra Civil, una bomba explotó delante del local sin que éste sufriera daños. Saltando hasta 1959, una época en que los negocios de lotería se encontraban regentados mayoritariamente por mujeres, el establecimiento pasa a manos de un farmacéutico, Ángel de Marco, que convierte a la administración en una de las más conocidas del país, repartiendo multitud de premios desde entonces.

Conocida popularmente como la “Lotería de los Gordos”, la Lotería Sol entró en el siglo veintiuno de la mano de una mujer, Paloma de Marco, hija del anterior lotero.