Gran Hotel Inglés

DESDE 1886

Personal e intérpretes que hablaban «todos los idiomas»

El hoy Gran Hotel Inglés puede preciarse de ser el hotel con más solera de Madrid: su fundador, Agustín de Ibarra, lo inauguró a finales de 1886 en la calle del Lobo, que pocos años más tarde pasaría a llamarse de Echegaray, entre la Carrera de San Jerónimo y la calle del Prado, en el mágico corazón del Barrio de las Letras. Nació con vocación internacional, probablemente marcado por su nombre: se anunciaban sus modernos adelantos, parejos a los de los mejores hoteles de Europa, con personal e intérpretes que hablaban «todos los idiomas» y con un espacioso restaurante en la planta baja «a la altura de lo mejor del extranjero». En la actualidad, se ha convertido en un hotel de cinco estrellas de gran lujo, con espacios para el estar (sus exquisitas habitaciones, de una cuidada elegancia, que proponen una evocadora mezcla de estilos modernos y pasados; sus comedores privados y sus salones para eventos y reuniones) y para el bienestar (su spa de autor, con piscina de chorros y tratamientos personalizados; sus dos restaurantes, Lobo 8 y LobByto; y su coctelería), capaces de componer una experiencia exclusiva y sofisticada en pleno centro de la capital.