Amillo

DESDE 1887

Una leyenda en la historia de la encuadernación artesanal en Madrid

Amillo escribe su nombre con letras doradas en la historia de la encuadernación artesanal en Madrid. No en vano este negocio es considerado por los bibliófilos españoles como uno de los centros más prestigiosos del país en su campo, además de contar con el reconocimiento nacional y europeo como suministrador de materiales de encuadernación y carpetería. Existe constancia de una encuadernación en este mismo número de la calle de las Fuentes desde 1887. La familia Amillo, titular del negocio desde 1910, dejó este establecimiento en manos de los actuales propietarios en 1975, con el deseo expreso de que no cambiaran la actividad del negocio. Amillo dispone de un vastísimo catálogo que abarca desde los papeles decorativos hasta las pieles de encuadernación, pasando por toda clase de herramientas y maquinaria para profesionales o aficionados (punzones, guillotinas, cizallas, etc.), oro especial para encuadernación, hornillos eléctricos, piedras de ágata y un sinfín más de productos. El más famoso artesano encuadernador es Antolín Palomino Olalla, burgalés venido muy joven a Madrid y que aprendió el oficio de distintos maestros. A partir de 1981 fue colaborador vocacional del taller de encuadernación de la Imprenta Artesanal del Ayuntamiento de Madrid. La Escuela Taller Antolín Palomino Olalla, fundada en 1993 en memoria de este gran artesano, se encuentra en el local situado justo al lado de la tienda, en la misma calle Fuentes: gracias a su espíritu, la encuadernación artesanal continuará viva para las generaciones venideras.